EL DEPORTE Y LA ALIMENTACIÓN INFLUYEN EN LA CALIDAD DEL ESPERMA (1)


Un 15% de parejas en todo el mundo tiene problemas para concebir. En un 30% de los casos, el origen es la infertilidad masculina. A la acción de plásticos, detergentes, herbicidas o fungicidas en la disminución de la calidad del esperma en las sociedades desarrolladas, ahora se suman otros factores, como la práctica de determinados deportes. Además, algunos estudios también sugieren que el déficit de determinados nutrientes y sustancias antioxidantes, entre ellos la vitamina C, puede afectar la capacidad reproductiva de los hombres.

En la actualidad, numerosos estudios están enfocados en descubrir las causas de la mala calidad del esperma y conocer la mejor manera de actuar al respecto. Además de elementos conocidos, como la exposición a determinadas sustancias químicas, como herbicidas o detergentes, aparecen otros factores que dependen en gran parte de la persona, de modo que su conocimiento juega un papel fundamental. Este es el caso de la alimentación y de determinadas actividades físicas.

Un trabajo realizado por investigadores españoles relaciona la infertilidad masculina con el entrenamiento físico riguroso al que se someten algunos deportistas profesionales. El estudio, dado a conocer en el congreso de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología Humana celebrado recientemente en Ámsterdam, sostiene que algunas disciplinas deportivas podrían ser negativas para la fertilidad masculina.

Bajo entrenamiento estricto

Para encontrar una posible relación, el equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Córdoba obtuvo muestras del esperma de 15 atletas profesionales de triatlón (que se compone por las disciplinas de natación, carrera y ciclismo) tras tres días de abstinencia sexual. Todos ellos tenían un promedio de 33 años y seguían unas rutinas de entrenamiento estrictas. Los investigadores descubrieron que la calidad de esperma se reducía de forma considerable con la preparación física rigurosa, pues los atletas que habían entrenado una media de nueve veces a la semana durante varios años tenían menos de un 10% de los espermatozoides normales. Y los atletas que recorrían más de 300 Kilómetros a la semana contaban con menos del 4% de los espermatozoides normales, situación en la que la concepción es muy difícil sin someterse a tratamiento. Para explicar la relación entre el nivel de actividad física y la infertilidad, los autores del trabajo propusieron dos factores. El primero, basándose en que de las tres disciplinas del triatlón, la bicicleta es la que requiere un entrenamiento más exhaustivo y más tiempo de dedicación, fue que el estrés al que se somete el cuerpo para conseguir un nivel físico óptimo en la actividad repercute de manera negativa en la producción del esperma.


Fuente: Consumer.es

LA SEXUALIDAD EN LAS PERSONAS QUE SUFREN HIPERTENSIÓN


Se considera que una persona sufre hipertensión cuando su presión arterial es superior a 140/90 mm/Hg en ayunas con una correcta toma de la presión en un aparato homologado.

Es una causa alta de problemas sexuales. Los sufren uno de cada cuatro enfermos, con indiferencia del sexo. Se ve afectada la fase de excitación y aparecen dificultades en la lubricación vaginal y disfunción eréctil. También son frecuentes trastornos en el orgasmo, sobre todo en la mujer. La hipertensión lesiona el sistema circulatorio y además se ha comprobado que algunos de los medicamentos que se emplean para su tratamiento repercuten de manera negativa sobre la erección, tal es el caso de los betabloqueantes, los sedantes y los diuréticos.

LA HIGIENE DE MANOS EN CENTROS SANITARIOS


Lavarse las manos es la medida más barata, eficaz y sencilla en la prevención de las tan temidas infecciones nosocomiales

Las infecciones que se contraen en el ambiente hospitalario, las temibles nosocomiales, alcanzan el 30% de todos los efectos adversos que sufren los pacientes. En algunos países en desarrollo, la infección nosocomial supone hasta el 70% de todo el presupuesto en sanidad y, por estas características pandémicas, reducir el número de afectados es uno de los desafíos de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud.

La piel, el mayor órgano del cuerpo, actúa como barrera infranqueable ante microorganismos y demás agresiones externas, función determinante para la salvaguarda de los demás órganos internos. Hay multitud de microorganismos en la flora normal de una persona sana -bacterias "comensales"- sin provocar infección. No sucede así cuando el paciente, por su edad y situación, es vulnerable y la bacteria actúa fuera de su hábitat corriente; un ejemplo es "Escherichia coli", una bacteria intestinal que es la causa más frecuente de infección urinaria.

Por otro lado, están las bacterias patógenas que causan mayores y más importantes infecciones debido a su mayor virulencia: el "Staphylococcus aureus", que coloniza piel y nariz de personal sanitario y pacientes (portadores sanos) llegando a provocar infecciones óseas, cardíacas y sanguíneas de gravedad, y, además, de manera frecuente, suele ser resistente a los antibióticos. Las infecciones más frecuentes que provocan este tipo de gérmenes son las de heridas quirúrgicas, las vías urinarias y el tracto respiratorio inferior. Su máxima prevalencia se da en unidades de cuidados intensivos y de cirugía y traumatología. Las personas más afectadas son los pacientes de edad avanzada, con enfermedades concomitantes, o aquellos que siguen tratamiento con quimioterapia.

Fuente: consumer.es